Una llama de fuego es su mirada
y su sonrisa puro atrevimiento;
que prefiero bailar con ella lento
al templar su cintura desatada.
Prendida en su melena ensortijada
se dibuja una rosa en movimiento
e ignora por completo lo que siento
luciendo en su cabello perfumada.
Como un ramo de flores es preciosa,
dulce como el azúcar, femenina,
divertida, simpática y mimosa.
Boca de caramelo y golosina,
burbuja de champán ya deliciosa,
fruta de la pasión, canela fina.
En Cuevas Bajas, a 5 Mayo del 2014.
Por José Luis Guillén Lanzas.
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