tan guapa no se da cuenta
se excusa mas no lamenta
si me acerco y la provoco.
Un arrebato de loco
me dio al verla bailar sola
que los tenía a la cola.
Le dije vente conmigo
que por tu culpa no ligo
y la dejé ir a su bola.
Desde entonces silenciosa
al mostrarme su belleza
sin agachar la cabeza
ella me mira preciosa.
Resultó ser peligrosa
la que la boca me calla
me trata como un canalla
y apenas me ve suspira
que de mí no se retira
ni me deja que me vaya.
En Cuevas Bajas, a 30 de Diciembre del 2014.
Por José Luis Guillén Lanzas.
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