A una rubia de ojos verdes, guapa,
Como agua entre las manos se me escapa,
Después de haber bailado con soltura.
Y yo sin mi antifaz y sin mi capa.
Sin llevar un clavel en la solapa
Solamente me adorna su hermosura.
Por mi vida ha pasado un solo instante,
Con sabor esta noche en Antequera.
La he dejado marchar aunque supiera,
Que no la volveré a tener delante.
Por José Luis Guillén Lanzas.









