SONETO DE LOS CUERNOS
No he de quedar por Dios ahora mudo,
Ni tampoco por Dios seré cegado,
Con la boca cerrada me he callado
Y en la garganta tengo ya hecho un nudo.
Se deshizo de mí en cuanto pudo
Al creerse que estaba enamorado
Y en silencio no se iba de mi lado
Mas descubrí que yo no soy cornudo.
En mi frente no quiero cornamentas
Que vas a ser quemada en los infiernos
Entre rayos y truenos y tormentas.
Al atravesar la puerta con sus pernos
Del cementerio ajustarán las cuentas
Dentro del ataúd tus putos cuernos.
José Luis Guillén Lanzas, 8 Diciembre 2016.
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