Un soneto de amor sin estribillo.
Un soneto de amor sin estrambote.
Un soneto de amor para tu escote.
Un soneto de amor al canalillo.
Morena del vestido de amarillo
tan embobado como un pasmarote
me quedé que no quiero que se note
al ver lo natural de lo sencillo.
No sé por qué demonios tú me pones
que de tus ojos y de tu sonrisa
nena me he enamorado a toda prisa
y aducir no pretendo más razones.
Eres preciosa, un as de corazones,
como el viento del sur de suave brisa.
José Luis Guillén Lanzas, 2020-07-05
www.joseluisguillenlanzas.com
www.safecreative.org/work/2007054669564