De Chayanne y Los Brincos es la Lola,
siempre tan poderosa y tan morena,
la flor de mi jardín que me envenena,
para Krauss dejaremos la amapola.
Me baja la mirada, guapa y sola,
y me da trato de varón que estrena
la jalea real de la colmena
al tiempo que me busca y me controla.
La canción de la Lola que me inspira,
la canción de los ojos que me hieren,
porque ya su pupila no me mira.
Esos ojos que ya no me prefieren,
mirada que no vuelve y se retira,
esos ojos que sin amor se mueren.
José Luis Guillén Lanzas, 2020-10-21
www.joseluisguillenlanzas.com
www.safecreative.org/work/2010215676929
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