Ni un estudiado en ciencias de la mente,
ni un deportista de élite afamado,
ni algún galón por siempre uniformado,
ni un picapleitos fueron suficiente.
El único que ha sido diferente
y en la barra del bar te ha despreciado
es un poeta loco y despiadado
al que ya no le sigues la corriente.
Y ahora que me temes funcionaria
tras la declaración viene la renta
cuando se hace de forma voluntaria.
Y ahora que no sales se comenta
que lloras compungida y solitaria
por estos ciento veinte y metro ochenta.
José Luis Guillén Lanzas, 2021-06-27
www.joseluisguillenlanzas.com
https://www.safecreative.org/work/2106278196020-681-la-declaracion-de-la-renta-docx