Tan morena y silenciosa,
blanquísima y delicada.
Cuando pasa su mirada
me la descubre preciosa.
Rubia, con mucha alegría,
elegante y femenina.
Donde su blusa termina
comienza mi fantasía.
Paseando por la calle,
ella me miró de frente.
Guapísima y sugerente,
qué me gustó ese detalle.
Cuando la vi de pasar
al contemplar su belleza
le di un giro a la cabeza
que me volví a marear.
En Cuevas Bajas, a 17 de Enero del 2014.
Por José Luis Guillén Lanzas.
Incluido en: