No tiene sentimientos ni se altera.
Acaso, le da igual que no la quiera.
Maldigo su carácter, me rebelo.
Niñata, rabiarás cual gata en celo...
Si la más rosa roja yo prendiera,
Crápula, tarambana y calavera,
En los brunos mechones de tu pelo.
La tengo demasiado consentida,
Que ya no me persigue por la feria,
Como la leche al fuego está subida.
Morena no te pongas tú tan seria,
Que preciosa y risueña me das vida,
Y transformas despacio mi materia.
En Cuevas Bajas, a 11 de Julio del 2015.
Por José Luis Guillén Lanzas.
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