Creo que está enfadada y si es conmigo,
Que sepa que ni le hablo ni le escribo,
Esa es mi penitencia y su condena.
Preciosa se recoge su melena,
Solamente pretendo ser su amigo,
Aunque lo intento nunca lo consigo,
Mas prefiero no darle tanta pena.
Con mis gafas de sol y mi sombrero,
Con mi abundante de glotón la panza
Y mis sandalias de romano quiero
Dejar la puerta abierta a la esperanza.
Como Curro Romero soy torero
Saliendo a hombros de la Maestranza.
En Cuevas Bajas, a 9 de Julio del 2015.
Por José Luis Guillén Lanzas.
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