El Premio Nobel de Literatura,
en la Guerra Civil fue de infantería
soldado. Sus servicios prestaría
con los del cara al sol y la censura.
Heridas del combate sin cultura
que años más tarde siempre evocaría.
Y como el manco de Lepanto iría
perdiendo con el tiempo la cordura.
El autor del 'Cipote de Archidona',
al frente de Aragón fue destinado,
de servir orgulloso a la Corona.
Disculpad, un error inesperado,
luchó para el Caudillo y su persona,
es normal que acabara colocado.
José Luis Guillén Lanzas, 2021-02-07
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