y en su cara la belleza...
Ella por naturaleza
ya no ignora cuando juego.
Se disculpa con un ruego,
que siempre va por delante,
femenina y elegante...
Qué vida esta más injusta,
como me gusta se asusta,
y permanece distante.
Tu decisión la respeto
y si el maldito destino
te aparta de mi camino
jamás sabrás un secreto.
En adelante prometo
no buscarte la mirada,
no decir ni escribir nada,
ser mudable como el viento
y esconder lo que yo siento
si no estás enamorada.
Si tú tienes mal de amores,
morena tengo la cura...
Si tú sufres de amargura
olvida tus sinsabores...
Se aliviarán tus dolores
el día que tú me quieras.
Preciosa a ver si te enteras
cuando estés enamorada
me dirás con la mirada:
"Si me quieres a qué esperas".
En Cuevas Bajas, a 16 de Abril del 2014.
Por José Luis Guillén Lanzas.
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