Si al colocar mi mano en tu cintura,
tras sacarte a bailar como un valiente,
y acercarme a tu cuerpo, simplemente,
fue el principio del fin de la aventura.
Por eso, el viejo crápula asegura
que, si es amor, no sabe lo que siente.
Pues me pusiste joven tan caliente
que aún presumo de mi envergadura.
Y después de tenerte así a mi lado,
ni dibujé tu boca con un beso,
ni desnudé tu lengua de un bocado.
Me quedé con el nabo todo tieso,
en mitad de la pista enverracado,
esperando de vuelta tu regreso.
José Luis Guillén Lanzas, 2021-12-31
www.joseluisguillenlanzas.com
https://www.safecreative.org/work/2112310152558-783-mi-mano-en-tu-cintura-docx