Quizás sepa el más sabio de los besos
en tu boca risueña con premura
apreciar los sabores sin mesura
de los más antiquísimos sucesos.
Del más rojo carmín están impresos
y tu boca en mi labio con dulzura
ya dibuja su aleve comisura
intensamente aviesa a los excesos.
Cuánto quise besarte mujer mía
y desnudar tu boca tan sabrosa
la misma que otro labio seducía.
Eres como la víbora rabiosa
que tiene más veneno cada día
y los celos la vuelven peligrosa.
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