Dejándome llevar por mi imprudencia
que me persiguen todas las mujeres
-José Luis pero qué creído eres-
a las musas castigo con mi ausencia.
Esto de presumir me resta audiencia
que tengo al escribir superpoderes
-un imbécil que versa si prefieres-
quizás con demasiada impertinencia.
Quevedo en lo procaz es mi maestro.
Góngora en lo locuaz y en lo sesudo.
Lope sin ser mordaz me hizo diestro.
Garcilaso aparece y quedo mudo
que un poema de amor o de cornudo
se elucubra con numen y con estro.
José Luis Guillén Lanzas,2020-11-22
www.joseluisguillenlanzas.com
www.safecreative.org/work/2011225960091