17. NADIE ME ESCUCHA


NADIE ME ESCUCHA


Nadie me escucha ahora demasiado,
ahora nadie aprueba mi propuesta.
Digamos que la prueba está dispuesta,
incluso sin demora la he dictado.

Espera y corrobora el resultado,
murmura y la reprueba sin respuesta;
exige y la comprueba y la contesta,
expone y acalora disgustado.

Suele el enamorado cuando exclama
cada letra compuesta sin secreto
usurpar alterado alguna dama.

Con la suma y la resta por decreto
humano y sin pecado se proclama
autor que se indigesta ante el soneto.[1]

[1]José Luis Guillén Lanzas, 21 Enero 2012.

333sonetos.wordpress.com
(José Luis 76) mundopoesia.com/foros/...392380